Como subir y bajar escaleras con personas mayores y/o dependiente
Maria Gaos de Teresa
Publicado el 19 de noviembre de 2021
Las escaleras son una de las barreras arquitectónicas con mayor impacto en la calidad de vida de las personas mayores y las personas dependientes. Por ello el objetivo de este artículo es dar luz a cómo podemos afrontar está situación e indagar en cuáles son las técnicas más comunes para poder subir y bajar escaleras con personas mayores de forma segura.
Subir y bajar escaleras: Clasificación según tipo
Si bien todos conocemos que una escalera es un elemento estructural, normalmente fijo, que comunica a través de peldaños sucesivos los diferentes niveles de una edificación, cabe destacar que no todas las escaleras son iguales y se pueden clasificar según:
- El lugar donde se encuentren: externas o internas a una edificación .
- La forma: escaleras de caracol, de uno o varios tramos.
- El material de fabricación: de madera, metálicas o mixtas, entre otras.
- La accesibilidad; si son escaleras accesibles, es decir, si cuentan con barandillas, si tienen suficiente espacio en la huella y contrahuella, una buena iluminación, superficie antideslizante, inclinación no muy pronunciada y altura del peldaño óptima, o por el contrario, no cumplen con estos requisitos y son poco o nada accesibles.
La tarea de subir y bajar escaleras en los ancianos es una actividad compleja que requiere de la activación de toda la musculatura a nivel de miembros inferiores y gran parte de la musculatura de tronco y miembros superiores como estabilizadores y facilitadores del movimiento. Además se requiere un nivel de coordinación elevado y una una alta exigencia neuromuscular que se deben tener en cuenta.
Técnicas para subir y bajar escaleras para ancianos
Factores que influyen en la seguridad de la persona mayor para subir y bajar escaleras
Antes de comenzar debemos de tener en cuenta diversos factores que influyen en la seguridad tanto de la persona mayor como la del familiar o cuidador que le acompañe.
- Comprobar la seguridad del entorno:
- Estado del suelo; está seco, es resbaladizo.
- Luminosidad adecuada.
- Cuenta con barandillas o pasamanos.
- Es amplia la escalera, cuenta con espacio suficiente para que quepan por personas a la vez.
- Se distinguen bien los peldaños, la huella y la contrahuella tiene colores diferentes, o es todo del mismo color y es difícil detectar la altura y la longitud de los diferentes escalones.
- Conocer las capacidades y las limitaciones físicas de la persona usuaria:
- Capacidad de mantenerse en bipedestación.
- Dolor en los miembros inferiores.
- Capacidad para agarrarse o sujetarse de forma segura.
- Capacidad muscular de ejecutar el gesto de subir un escalón.
- Conocimiento de las patologías de la persona y que no esté contraindicado el esfuerzo de intensidad moderada o elevada.
- Conocer su situación cognitiva y emocional
- Percepción de la persona, siente miedo o inseguridad a subir/bajar escaleras.
- Capacidad cognitiva para aceptar instrucciones.
- Conoce las escaleras, ya las ha utilizado previamente.
- Tiene confianza en la persona que le va a prestar soporte para subir/bajar las escaleras.
- Existe algún factor de riesgo que haga que la persona se bloqueé a mitad de la escalera o que en un momento determinado no quiera continuar.
Una vez hecho este examen preliminar de la situación pasaremos a proponer a la persona nuestro soporte para subir la escalera.
Subir y bajar escaleras en personas mayores y/o dependientes
- Proponer nuestra ayuda para subir la escalera y explicar a la persona como se va a proceder.
- La persona mayor se colocará delante de la escalera, de pie, sujetándose con la mano dominante al pasamanos o barandilla.
- El asistente se colocará inicialmente a su lado, pero ligeramente por detrás. Evitando que la persona le pierda de su ángulo de visión.
- Para iniciar el movimiento coordinado se debe dar una instrucción verbal -”vamos” “ subimos el primer peldaño” “ cuando me diga comenzamos”.
- Una vez se inicie el movimiento, la persona mayor subiría primero un peldaño y el asistente lo realizaría después sin soltar a la persona en ningún momento.
- Se debe mantener la comunicación en todo momento para conocer las sensaciones de la persona asistida y evitar posibles caídas por claudicación, fatiga…
En función de las necesidades y capacidades este apoyo para subir escaleras será mayor o menor siempre preservando la seguridad.
Para bajar las escaleras haremos el mismo proceso pero en este caso, el asistente no se situará detrás, ya que el riesgo de precipitación es hacia delante. Por lo tanto, se colocará lateralmente y un peldaño por delante. Se mantendrá la comunicación y la asistencia en todo momento, incluido el último peldaño y los 3 primeros pasos sin escalones, ya que es un momento de alto riesgo, debido al cambio de actividad y la relajación emocional y muscular que se produce tras haber logrado bajar todas las escaleras.
Los beneficios de subir y bajar escaleras en los ancianos
Son muchos los estudios que demuestran que mantener una vida activa es beneficioso para la salud. Subir y bajar pequeños tramos de escaleras en los adultos mayores de manera diaria cuenta con numerosos beneficios en las personas mayores, siempre que no tengan patologías que lo impidan. Ya que es una actividad aeróbica de intensidad moderada, que aporta múltiples beneficios:
- Aumento de la autonomía.
- Mejora la fuerza muscular y la resistencia.
- Mantiene la coordinación óculo-podal.
- Disminuye la tensión arterial y del colesterol.
- Previene la Diabetes Tipo 2.
- Previene la disminución de la densidad ósea
- Relación con la neuroplasticidad y la activación neurológica.
- Mejora la capacidad y la resistencia cardiopulmonar.
- Favorece el desarrollo en el entorno social.
Maria Gaos de Teresa
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