Alimentos ultraprocesados: Cómo dañan tu cerebro
Maria Benito
Publicado el 12 de noviembre de 2025

En la actualidad, los alimentos ultraprocesados se han convertido en una parte habitual de nuestra dieta. Están diseñados para ser sabrosos, cómodos y accesibles, pero esconden un alto costo para la salud.
Estos productos industriales —ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas, harinas refinadas y aditivos— pierden buena parte de su valor nutricional durante el procesamiento, reduciendo su aporte de vitaminas, minerales y fibra esenciales.
El consumo habitual de ultraprocesados está estrechamente relacionado con el aumento de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y neurológicas, además de alterar la microbiota intestinal, que desempeña un papel clave en la conexión entre el intestino y el cerebro.
Cómo los alimentos ultraprocesados alteran el equilibrio del cuerpo
Un cóctel de azúcares, sodio y grasas dañinas
La producción masiva de alimentos ultraprocesados ha multiplicado el consumo de ingredientes nocivos.
Estos productos aportan calorías vacías que incrementan el riesgo de obesidad y resistencia a la insulina, afectando también la salud cerebral a largo plazo.
La microbiota intestinal: la base de la salud mental y cognitiva
La microbiota intestinal (MI) está formada por millones de bacterias que influyen en la digestión, el sistema inmunológico y la producción de neurotransmisores como la serotonina.
Cuando se altera por el consumo de ultraprocesados, se afecta la comunicación entre intestino y cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro, generando desequilibrios que pueden provocar estrés, ansiedad, inflamación cerebral y deterioro cognitivo.
Evidencia científica: ultraprocesados y deterioro cognitivo
Un informe del Science Media Centre de España (2022) demostró que las personas que consumen mayores cantidades de ultraprocesados presentan un 28% más de deterioro cognitivo en comparación con quienes mantienen una dieta natural.
Este hallazgo refuerza las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total (idealmente menos del 5%), y mantener las grasas saturadas por debajo del 10%.
Las grasas trans, altamente presentes en ultraprocesados, deberían representar menos del 1% del consumo calórico.
Investigaciones recientes señalan que una dieta rica en alimentos naturales y baja en azúcares refinados no solo previene enfermedades metabólicas, sino que también ayuda a estabilizar los niveles de glucosa y proteger la memoria.
Puedes leer más sobre cómo la glucosa afecta la salud cerebral en este artículo de Qida: Cuidar la glucosa protege tu memoria

El panorama en España: cifras preocupantes
El Ministerio de Sanidad (2022) alerta de que un tercio de las calorías totales y dos tercios del azúcar que se consumen en España provienen de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
Esto refleja un patrón alimentario que pone en riesgo no solo la salud física, sino también el rendimiento cognitivo y emocional de la población.
Los beneficios de eliminar los ultraprocesados de tu dieta
Adoptar una alimentación basada en productos frescos y naturales puede marcar una diferencia significativa.
Los principales beneficios incluyen:
- Menor riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad.
- Mejor salud mental y emocional, al equilibrar la microbiota intestinal.
- Protección cardiovascular por la reducción del sodio y las grasas dañinas.
Prevención de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, demencia o ELA.
Cómo identificar alimentos ultraprocesados en el supermercado
Al hacer la compra, muchos productos “convenientes” o “saludables” pueden engañar.
A continuación, te comparto cinco claves prácticas para reconocerlos fácilmente:
- Listas largas de ingredientes: suelen tener cinco o más.
- Primer ingrediente refinado: si es azúcar, harina o aceite vegetal, desconfía.
- Presencia de aditivos artificiales: colorantes, conservantes o saborizantes.
- Texturas y sabores muy intensos: resultado de formulaciones químicas diseñadas para ser adictivas.
- Listos para consumir: los productos ultraprocesados casi no requieren manipulación ni cocción.
Recomendaciones nutricionales para una dieta saludable
- Aumenta el consumo de frutas, verduras y legumbres frescas.
- Sustituye las grasas trans por aceite de oliva virgen extra o aguacate.
- Evita bebidas azucaradas y opta por agua, infusiones o zumos naturales sin azúcar.
- Cocina en casa y lee las etiquetas de los productos que compras.
Relación entre dieta y rendimiento cognitivo
El cerebro depende directamente de lo que comemos. Una dieta rica en ultraprocesados se asocia con mayor inflamación cerebral, menor plasticidad neuronal y un descenso en la capacidad de aprendizaje, concentración y memoria.
Por el contrario, una alimentación mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado azul y frutos secos, favorece la salud cerebral y emocional.
Preguntas frecuentes
¿Qué son exactamente los alimentos ultraprocesados?
Son productos industriales elaborados con ingredientes refinados, aditivos y conservantes, diseñados para imitar sabores naturales pero con escaso valor nutricional.
¿Por qué afectan al cerebro?
Porque alteran la microbiota intestinal, reducen neurotransmisores clave y aumentan la inflamación cerebral, afectando la memoria y el estado de ánimo.
¿Cuántos ultraprocesados puedo consumir sin riesgo?
Lo ideal es evitarlos o reducir su consumo a menos del 10% de la ingesta calórica diaria.
¿Los productos “light” o “sin azúcar” son saludables?
No siempre. Muchos contienen edulcorantes y aditivos que también alteran la microbiota intestinal.
¿Cómo puedo sustituirlos?
Elige alternativas naturales: frutas, frutos secos, panes integrales y snacks caseros.
¿Se puede revertir el daño causado por los ultraprocesados?
Sí. Adoptar una dieta rica en alimentos frescos y fibra puede restaurar la microbiota intestinal y mejorar la función cognitiva en pocas semanas.
Conclusión: tu cerebro se alimenta como tú
Los alimentos ultraprocesados no solo afectan tu cuerpo, también tu mente. Optar por alimentos naturales, cocinar más y leer etiquetas son pequeñas acciones que pueden transformar tu salud a largo plazo.
Recuerda: una dieta saludable es la base de una mente fuerte y un envejecimiento activo.
A medida que envejecemos, mantener una buena salud cerebral se vuelve esencial. Además de una dieta equilibrada, el apoyo profesional puede marcar la diferencia. Contar con una empresa SAD especializada en el cuidado de mayores, como Qida, garantiza una atención integral centrada en la persona y su bienestar cognitivo.
Referencias
Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. (2020). Informe del Comité Científico de la AESAN sobre el impacto del consumo de alimentos “ultraprocesados” en la salud de los consumidores. Recuperado de https://www.aesan.gob.es
Centro de Investigación Biomédica en Red. (2022). Asocian consumo de ultraprocesados con mayor abundancia de bacterias relacionadas con enfermedades inflamatorias gastrointestinales. Recuperado de https://www.ciberobn.es
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). (2022). Javier Sánchez Perona: “Los alimentos ultraprocesados se diseñan para ser muy apetitosos y fáciles de consumir”. Recuperado de https://www.csic.es
Maria Benito
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