Rehabilitación tras un ictus: modalidades, fases y consejos prácticos

Claudia Parals

Claudia Parals

Publicado el 28 de octubre de 2025

Rehabilitación tras un ictus: modalidades, fases y consejos prácticos
4 minutos

El ictus —también llamado accidente cerebrovascular— implica que parte del cerebro se ve dañada por falta de flujo sanguíneo (ictus isquémico) o por una hemorragia cerebral. Las consecuencias pueden afectar la movilidad, el habla, las funciones cognitivas y la autonomía diaria. La rehabilitación tras un ictus es clave para recuperar lo más posible, reducir secuelas y mejorar la calidad de vida. Aquí te explico las modalidades, las fases, ejercicios prácticos y la importancia de contar con buenos profesionales del cuidado.

Fases de la rehabilitación

La recuperación tras un ictus se estructura en fases, que permiten adaptar intervenciones según el estado del paciente:

El enfoque incluye mantenimiento, adaptación, prevención de recaídas, y ajustes al entorno.

Fase aguda

  • Comienza inmediatamente después del ictus, en el hospital, cuando el paciente está estabilizado.
  • Objetivo: prevenir complicaciones (úlcera por presión, rigidez, trombos), mantener vida básica, iniciar movilizaciones suaves.

Fase subaguda

  • Transcurre desde que el paciente sale de la fase crítica hasta aproximadamente los primeros 3-6 meses.
  • Aquí las mejoras funcionales son más pronunciadas si la rehabilitación es temprana, frecuente/intensa.

Fase crónica

  • Después de los primeros 6 meses, aunque algunos déficits se estabilizan, todavía puede haber mejoría, sobre todo con intervenciones apropiadas que se mantengan en el tiempo.
  • El enfoque incluye mantenimiento, adaptación, prevención de recaídas, y ajustes al entorno.

Modalidades de rehabilitación para Ictus

Para abordar las diferentes secuelas, se necesita un equipo multidisciplinar con distintas modalidades terapéuticas:

Consejos prácticos para los ejercicios del día a día

Estos son algunos ejercicios y estrategias que se pueden hacer en casa o como complemento de la terapia formal:

  • Adaptaciones del hogar: colocar barras, eliminar obstáculos, adaptar mobiliario, usar utensilios especiales para facilitar tareas cotidianas. Terapia ocupacional es clave aquí.
  • Movilización pasiva y activa temprana: mover las extremidades suavemente, luego con ayuda del paciente, para mantener flexibilidad y tono muscular.
  • Ejercicios de fuerza progresiva para brazos y piernas: levantar objetos ligeros, estiramientos, usar bandas elásticas.
  • Entrenamiento del equilibrio y la marcha: caminar con apoyo, cambios de dirección, subir y bajar escaleras con supervisión, ejercicios para evitar caídas.
  • Ejercicios de coordinación ojo-mano: agarrar, alcanzar objetos, tareas que impliquen precisión manual (ensartar cuentas, abotonarse) para recuperar destreza.
  • Estimulación cognitiva diaria: juegos de memoria, ejercicios de atención, lectura, organizar objetos, tareas que impliquen planificación (cocinar receta, gestionar horarios) como hacen en terapia ocupacional.
  • Práctica del lenguaje: conversar, leer en voz alta, ejercicios de repetición, escritura sencilla, ejercicios logopédicos específicos si hay afasia.

Importancia de un buen profesional del cuidado

El papel del cuidador o la cuidadora para ictus es fundamental en la recuperación. Algunas razones:

  • Supervisión y constancia: los ejercicios y terapias deben hacerse con regularidad, muchas veces varios días a la semana. Un buen cuidador ayuda a que esas rutinas no se abandonen.
  • Apoyo emocional: el ictus no solo afecta lo físico, sino que también tiene impacto psicológico: frustración, ansiedad, depresión. Un cuidador empático puede marcar una gran diferencia.
  • Coordinación con el equipo multidisciplinar: el cuidador debe comunicarse con fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, neuropsicólogos para asegurarse de que los ejercicios en casa coincidan con los objetivos clínicos.
  • Adaptación del entorno: cuidar de que el hogar sea seguro y esté preparado (barras, ayudas técnicas, accesibilidad) para facilitar la autonomía del paciente.
  • Formación específica: conocer las mejores prácticas, señales de alerta, cómo movilizar al paciente, evitar complicaciones. Para quienes cuidan a personas que han sufrido un ictus, es clave contar con apoyo profesional.

Si quieres saber más sobre cómo reconocer las señales tempranas, te recomendamos leer nuestro artículo Cómo detectar un ictus en personas mayores.

caracteristicas para cuidar a una persona con ictus

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Referencias

Claudia Parals

Claudia Parals

Forma parte del equipo de Comunicación de Qida, donde impulsa contenidos que acercan el valor de los cuidados a domicilio a quienes más lo necesitan. Su objetivo: estar cerca de quienes cuidan y de quienes necesitan cuidados, ofreciendo información clara, útil y humana.

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