10 recomendaciones para una dieta saludable en la tercera edad | QIDA
Qida
Publicado el 10 de junio de 2019
El envejecimiento trae consigo el desgaste del cuerpo y esto provoca, en ocasiones, enfermedades que pueden requerir un cambio en la dieta alimenticia. No obstante, más allá de las circunstancias particulares de cada individuo, existen ciertas recomendaciones nutricionales para la población mayor de 65 años que atienden a las necesidades de esta etapa de la vida y que siempre será bueno incorporar en la rutina alimentaria.
Claves para tener una dieta saludable en la tercera edad
Es de vital importancia concienciar acerca de cuáles son los elementos clave de una dieta saludable en esta etapa de la vida. Presentamos los diez consejos alimenticios de Qida:
- Comer cinco veces al día. La pérdida del
apetito es algo que suele darse entre las personas de mayor edad; por ello, una
solución es comer más veces en el día, pero cantidades más pequeñas. Y sobre
todo hacer desayunos completos que aporten energía y cenas más ligeras. También
es vital no saltarse ninguna comida. - Ingerir todo tipo de alimentos. Comer de forma variada es una buena
manera de mantener una dieta sana y equilibrada. Para que así sea deben aparecer todos los grupos de alimentos: pasta,
frutas, verduras y hortalizas, lácteos y derivados (leche, queso y yogur) y
proteínas (carne, aves, pescado y huevo). - Limitar o evitar el consumo de azúcar. Este consejo es aplicable a todas las
edades, aunque en esta etapa de la vida resulta especialmente importante. Como
ya es conocido, el azúcar aumenta los niveles del colesterol, ayuda a contraer
diabetes, deprime el sistema inmunológico y provoca caries. Como
alternativas para endulzar, se recomienda usar la miel de abeja, el sirope de
maple o la estevia. - Restringir el consumo de sal. La Organización Mundial de la Salud
recomienda una cantidad diaria de sal máxima de una cucharadita de
café, aunque la población española consume cada día aproximadamente el doble.
Un exceso en su consumo puede provocar o agravar algunos problemas de salud
como la hipertensión arterial, las enfermedades
cardiovasculares, la insuficiencia renal, la osteoporosis,
etc. - Tomar más calcio. La osteoporosis es una de las
enfermedades más comunes en la vejez, debido a que la cantidad de comida que
ingerimos es menor y el cuerpo extrae de donde puede el calcio que
necesita, de los huesos. Generalmente asociamos el consumo de calcio a
los productos lácteos: leche, yogur o queso, pero no lo relacionamos con otros
alimentos como los frutos secos, las verduras, las hortalizas, las legumbres o
el pescado. - Beber más agua. Las personas mayores se mueven
menos y tienen menos sed, por lo que beben menos agua. Esto los predispone a una mayor deshidratación, por lo que es
importante beber agua. Es imprescindible beber entre un litro y medio y
dos al día o, lo que es lo mismo, seis vasos grandes para cubrir las
necesidades. Por otro lado, se recomienda
moderar el consumo de alcohol, ya que reduce el apetito y puede producir
reacciones ante ciertos medicamentos. - Tomar carne blanca en lugar de roja. Esta última contiene más grasas.
- Usar el aceite de oliva como grasa principal para cocinar y
siempre mejor en crudo que en rebozados o fritos. - Tomar alimentos ricos en fibra. Gracias a ellos, reduciremos el
estreñimiento y mejoraremos el funcionamiento de los intestinos. Otra opción
para evitar el estreñimiento es coger una rutina y marcar una hora al día para
ir al baño. Así el cuerpo se acostumbrará y cogerá el hábito de hacerlo cada
día. - Adaptar las comidas a la capacidad
masticatoria. Una
buena opción es acompañar los platos con caldos, cremas suaves o triturados.
También se puede poner imaginación a la hora de cocinar y realizar exquisitos
flanes de verduras o carne.
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